Decidí festejarlo con sencillez, humildad e infinito agradecimiento. Hoy tengo la oportunidad de celebrar la vida, mi vida, un maravilloso regalo que puedo festejar hoy.
Podría haber comprado una deliciosa torta a domicilio, pero decidí hacer yo misma mi torta, porque en plena pandemia, muchos hoy lloran por sus seres amados y piden fuerza y resignación para enfrentar la pérdida de alguien que aman. En cambio, mi familia y yo tenemos la oportunidad de festejar la vida, y no necesito nada más que eso. No necesito otro regalo, no hay mejor regalo que vivir.
Hoy lo único que deseo son abrazos, sonrisas y palabras hermosas de aquellos que amo, afortunadamente, ya he recibido muchos mensajes hermosos por WhatsApp y redes, lo que me ha hecho sonreír decenas de veces. Es un privilegio de la vida poder sonreír por sentirse amado y apreciado.
Me divertí muchísimo haciendo junto con mi mamá mi torta de cumpleaños y me hizo sentir feliz, unida y amada. La torta la preparé con una receta especial de mi mamá, quedó exquisita y fue una delicia hacerla en familia. No cambiaría eso por ninguna torta de una pastelería famosa.
Mi familia me ha malacostumbrado a regalarme en cada cumpleaños una flor rara, he recibido a lo largo de mi vida todo tipo de orquídeas, flores exóticas y hasta un día la flor de la col, traída especialmente para mí porque casi no la venden.
Hoy recibí las flores más hermosas del mundo, las que cultiva mi mamá en su jardín, flores sencillas, medio silvestres, pero hermosas, perfectas. Y hoy no quiero ninguna flor rara y costosa, esas flores del jardín de mi mamá me llenaron el alma de amor.
Al abrir los ojos en mi cama, encontré las cartas y tarjetas que mi mamá siempre me dibuja a mano, y los lindos regalos que me han llegado de las personas que me quieren.
La pandemia ha transformado mi manera de pensar, me ha hecho más reflexiva y agradecida que nunca, incluso frente a lo que antes consideraba simple, he entendido la grandeza de lo que llamamos ‘simple’, como contemplar un hermoso cielo azul y poder respirar profundamente.
Hoy en mi cumpleaños, quiero honrar la grandeza y la simplicidad de la vida, no quise ni quiero gastar en cosas vanas, hay tantos que hoy tienen menos que antes, hambre y necesidades debido a la pandemia, que gastar en cosas superficiales hace que mi alma duela.
Estoy viva, sana, tranquila y segura en mi hogar junto a los seres que amo y tengo el privilegio de poder festejar mi cumpleaños, recibir tantas muestras (presenciales y virtuales) de amor y afecto. ¿Necesito algo más? ¿Hay mejor regalo que esto? Sólo puedo decir ¡Gracias por tanto!
Posdata: besitos con sabor a mango para todos.
Hermosa !!! Así tal cual como inicias es tu historia .sencilla y humilde . Está tan llena de ser ..de ese ser humano y sensible Si esa es una más de tus experiencias.. me ha encantado