Hoy me encontré con una mariposa. Era de color azul y tenía unas manchas blancas en las alas. Me pareció tan bonita que me quedé mirándola un rato. Entonces recordé una poesía de Louise Glück, una de mis poetas favoritas y ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2020. Este poema en particular me encanta:
ℒ𝒶 𝓂𝒶𝓇𝒾𝓅ℴ𝓈𝒶
“Mira, una mariposa. ¿Pediste un deseo?
Uno no pide deseos a las mariposas.
Tú hazlo. ¿Pediste uno?
Sí.
Pues no cuenta”.
Este breve poema me lleva a reflexionar profundamente. ¿Por qué no cuenta el deseo que pedimos a una mariposa? ¿Acaso no tenemos derecho a soñar y desear algo especial? ¿No hay espacio para la fantasía en este mundo?
Este poema plantea una tensión interesante entre dos modos de ver la vida: una optimista y otra más pesimista, una romántica y otra realista, una muy ingenua y otra escéptica. ¿Quién tiene razón?
Creo que Louise Glück con este poema nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud ante la vida, el amor y nuestros sueños. Nos invita a encontrar un equilibrio entre la razón y la emoción, entre la realidad y los deseos, entre vivir el presente y anhelar el futuro.
Quizás el mensaje aquí sea que, aunque la vida nos presente con retos y nos recuerde la importancia de tener los pies en la tierra y ser realistas, también es esencial mantener viva la chispa de la imaginación, creatividad y la esperanza. Es importante encontrar un equilibrio, donde podamos soñar y desear, sin perder de vista la realidad y sin dejar que los deseos nublen nuestra percepción.
Así que, mientras observaba esa mariposa azul, recordé la importancia de mantener vivos los sueños y la fantasía, incluso en este mundo que a veces parece desalentador. Permítete soñar, anhelar y perseguir eso que te apasiona, pero no olvides enfrentar la realidad con valentía y encontrar el equilibrio que te permita disfrutar plenamente de cada momento.
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